Ligue 1: ¿Por qué está prohibido por ley jugar al fútbol en Francia cada 5 de mayo?


El pasado domingo, 5 de mayo, aún seguía sorprendiendo ver la ‘parrilla’ de la Ligue 1 sin partidos. Nada tenía que ver, sin embargo, con la decisión de aplazar los partidos de Paris Saint-Germain y Olympique Marsella frente a Niza y Reims para concederles más tiempo de descanso con vistas a los partidos de vuelta de semifinales de Champions y Europa League.

Se jugaron el viernes el Toulouse-Montpellier (1-2) y el Lens-Lorient (2-0), se disputaron el sábado los partidos entre Le Havre y Estrasburgo (3-1), Mónaco y Clermont (4-1), Metz y Rennes (2-3) y Brest y Nantes (0-0) y para el lunes quedó el Lille-Olympique Lyon (3-4).

Que no se jugara el domingo no fue casual. Obedece a una ley aprobada por el Parlamento el 20 de octubre de 2021 que prohíbe que se dispute «cualquier partido de fútbol profesional», ya sea Ligue 1, Ligue 2, Copa o Supercopa. Se permiten partidos amateur siempre y cuando se guarde un minuto de silencio (o de aplausos, en su defecto) y/o se porten brazaletes negros.

La intención es homenajear la memoria de la que, según la propia Federación francesa de fútbol, es la «mayor tragedia de la historia del fútbol francés».

Toca retrotraerse, para identificarla, hasta el sábado 5 de mayo de 1992 a las 20.23 horas.Se enfrentaban SC Bastia -entonces en Segunda- y Olympique Marsella en semifinales de Copa cuando una de las gradas suplementarias destinadas a ampliar el aforo del estadio Armand-Cesari de Furiani se derrumbó.

La tragedia se saldó con 18 víctimas mortales -otras fuentes apuntan 19- y 2.357 heridos. Tal fue la catástrofe que, ya por entonces, se decidió dejar desierta aquella edición de la Coupe de France. No hubo campeón.

«Es el peor desastre en el deporte francés. El Bastia se enfrentaba al gran ‘OM’ de Bernard Tapie con un fervor y un entusiasmo totalmente increíbles. Toda la isla lo esperaba. Había un ambiente de fiesta enorme. Las escuelas cerraron al mediodía para que los niños puedan disfrutar las horas previas al partido», recuerda en ‘RTL’ Nicolas Georgereau, corresponsal en Córcega.

«En el estadio se construyó una tribuna temporal con 9.000 asientos y, fruto del derrumbe, cayeron 4.200 personas. Ese día había casi 20.000 personas», apostilla Georgereau.





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